jueves, 28 de enero de 2010

Frío, frío, frío


Hoy amaneció más frío que de costumbre: -12 a las 7 de la mañana y luego llegó hasta -14 en el transcurso del día.

La verdad lo doloroso era el viento gélido que hacía sentir a -22 por momentos. Se siente como que la cara se duerme y duele mucho, además de que si no llevas las orejas tapadas se congelan hasta prácticamente sentir que de tocarlas se caen.

Imagen: Thomas Fricke

sábado, 16 de enero de 2010

Un mes




Cumplimos un mes de nuestra llegada a Canadá.

Como quien dice nada nuestro plan se cumplió por encima de las expectativas, llegamos bien, comenzamos mejor y estamos avanzando perfectamente. Tengo muchísimas fotos e información para compartir pero la falta de señal de Internet propia y de la comodidad del hogar, que hasta hoy tenemos, me ha impedido tener el blog bien actualizado y con mucha info.

Mañana domingo, cosa imposible en Guatemala, vendrá el técnico de Rogers a instalar el servicio de cable e Internet, creo que serán 24 MB de velocidad de acceso (increíble) lo que me dará mucha facilidad para comunicarme con mi familia y también a mi esposa con los suyos.

A modo de resumen del mes puedo decir que:

1. Tenemos apartamento

Acá está la sala de nuestro apartamento, apenas amueblado, pero ya nuestro propio espacio.


2. Tenemos vehículo y lo estamos aprovechando al máximo con ayuda del GPS (la mejor inversión hasta el momento)

Este no es el mío, era el de la par, pero como se me olvidó sacarle la foto con esa cantidad de nieve encima, se la saqué al vecino para que vieran lo que había nevado esos días....


Acá ya con mis placas. Es un proceso tan sencillo que impresiona, ni 10 minutos entre una cosa y otra....


3. Los niños están inscritos y asisten a la escuela (ubicada aprox a 300 metros del edificio, el autobús pasa por ellos en la puerta y ahí mismo los deja)

Mi niña esperando y subiendo al bus escolar por primera vez en su vida.


4. Tenemos comida para casi un mes, lo cual siempre es ventaja ya que evita salir al mercado cada vez que deseamos algo.

5. Laboralmente no hay noticias, básicamente porque no he insistido en ello con el objetivo de lograr lo anteriormente expuesto.

6. En términos del idioma todo ha sido bastante bueno, nuestros exámenes del English as a Second Language, ESL, ubican a mi esposa con 4, 5, 6 y 7 de un máximo de 8 y a mí con dos 7 y dos 8, lo que me permite acceder rápidamente a cursos y opciones de acreditación profesional.

7. Nos desenvolvemos con total naturalidad en el medio canadiense, por supuesto que con ciertas limitantes pero sin bloqueos mentales involuntarios. Estamos muy felices y satisfechos por nuestros hijos de estar en este país.

Cada uno de los puntos anteriores será explicado y desarrollado en siguientes entradas, sólo los mencioné a modo de resumen. Habrá algún detalle que no recuerdo del que también escribiré.

Acá mi niña, con su mamá (de púrpura) y su tía Virna en una de las varias nevadas de principios de enero.

jueves, 7 de enero de 2010

Los primeros días

Antes que todo hacer el comentario que ahora entiendo a todos aquellos que han iniciado una nueva vida y que se tardan en comentar en su blog todo tipo de experiencias. La verdad, sobran las intenciones y las ideas para ir colocando pero falta el tiempo. Toca salir mucho y hacer averiguaciones, comprar lo necesario para arrancar ya que casi todo se queda en nuestra patria.

Segundo, feliz año para todos los que leen este blog. Cada inicio de año nos trazamos metas y propósitos. Algunos los podemos cumplir por nuestro esfuerzo y perseverancia, otros no dependen de nosotros y debemos acopiar mucha paciencia.

Llegar a Canadá ha sido una experiencia sumamente enriquecedora. Hemos encontrado mucha gente que nos ha ayudado muchísimo y también hemos tenido la suerte de contar con familiares cercanos acá, lo que ha sido una bendición para nosotros. Este Plan C ahora es una realidad y queremos llevarlo lo más lejos posible.

Paso ahora a contar cómo han sido los primeros días. Algunas cosas se me han pasado por alto pero las incorporaré en las siguientes entradas.

La primera experiencia ha sido el frío. En Guatemala tal vez sentimos alguna vez temperaturas que rondaban los cero grados centígrados, pero nada comparado con el frío que sentimos al salir del avión y caminar por el Aeropuerto Internacional de Toronto (Tarana como lo pronuncian acá). También al salir al estacionamiento ya que ahí no hay calefacción como en todo comercio o residencia canadiense.

El día de nuestra llegada, la noche para ser precisos, estaba a -6 y empezaba a nevar. Una nevada no muy grande pero la ciudad estaba cubierta por una delgada capa blanca. La vista desde el avión fue increíble ya que sobrevoló todo el centro de la ciudad y los edificios estaban totalmente iluminados. Luego tuvimos que conducirnos en auto dos horas más que para nosotros fueron eternas porque moríamos de cansancio. Aún así fue muy bonito ver los suburbios de Toronto y Mississauga totalmente cubiertos de nieve y algo que nos sacó de onda fue ver que la gente deja sus bicicletas, trineos de nieve y muchas cosas más en la puerta de sus casas o en los jardines sin miedo a que los roben, además del choque visual de no ver muros ni alambre electrificado rodeando las residencias.

Otra cosa que nos llamó la atención, y de la que nos percatamos al salir a cualquier centro comercial, mall como los llaman acá, es la cantidad de gente minusválida que hay en la calle y las facilidades existentes para ellos. No es que acá haya más gente minusválida, es simplemente que tienen la facilidad y los medios para salir a cualquier lugar con total autonomía. Además, no hay discriminación hacia ellos por su situación, como sí la hay en la mayoría de nuestra América.

Los autobuses tienen plataformas que bajan cuando alguien en silla de ruedas quiere abordar o bajar de la unidad; los centros comerciales y oficinas o comercios tienen puertas automáticas que abren o cierran al accionar un botón al alcance de cualquier persona; en todos lados hay rampas y nadie en silla de ruedas se queda atrás o se siente de menos.

Cuando llegamos acá los chóferes o drivers de los autobuses se encontraban en huelga. Desde el 21 de diciembre, creo, regresaron a laborar por lo que los primeros días agradecimos mucho tener familia acá con vehículo ya que no necesitamos el servicio público. Yo ya lo he utilizado y es bastante cómodo, no tan rápido, pero sí es sumamente puntual. Sus horarios son específicos y también existen en algunas calles paneles electrónicos donde se puede ver cuánto tiempo falta para que llegue tal bus de tal línea.

Los canadienses son personas muy confiables. Te creen y confían en lo que dices y en lo que haces. Qué diferencia salir de un comercio y que suene la alarma en la salida y que te digan "No problem, go ahead", a que te registren hasta lo último como pasa en Guatemala. A mí personalmente no me ha pasado pero a mi esposa sí y hemos visto muchas veces que sucede y nunca registran a los clientes, solamente cuando se les ha quedado algún seguro en las prendas recién adquiridas y es necesario retirarlos.

En ese sentido de la confianza, ya probé comprar y pagar en un cajero donde yo mismo pasaba los productos y al final pagaba, todo sin un cajero humano. Pregunté a un supervisor si alguien se ha querido pasar de listo con eso y la verdad se me quedó viendo como si mi pregunta no tuviese sentido o fuese una broma.

En los supermercados se encuentra casi cualquier cosa, y lo que no pues lo encuentras en los mercados pequeños. Durante los días de Navidad y del Boxing Day hubo muchísimas rebajas de precios, algo con lo que nos tuvimos que controlar porque los precios son aún engañosos para nosotros y se cree que es barato, lo que no es cierto.

Manejar un automóvil es una historia muy diferente a la que estaba acostumbrado. Acá hay mucho respeto por los límites de velocidad y mucho orden para conducirse. Por supuesto que acá el peatón siempre es lo más respetado para los conductores.

En los semáforos en rojo se puede cruzar a la derecha, cuidando que no venga vehículo y que no haya peatones cruzando. Igualmente se puede cruzar a la izquierda en un semáforo en verde, sólo hay que esperar que no vengan vehículos y ya la vía estará libre.

En muchas intersecciones menores existe la señal de alto para todos. En esos casos van pasando los vehículos por orden de llegada: todos saben quién ha llegado antes y lo dejan pasar, sin importar de dónde venga. Ya he probado manejar en varias condiciones y lo he encontrado perfecto para mi estilo de conducir.

Otro detalle cuando se maneja en autopistas es que no hay casetas de cobro, simplemente cámaras que registran las placas de los vehículos que circulan por ahí y luego el sistema envía por correo el cobro correspondiente por el uso de la vía.