sábado, 28 de agosto de 2010

En el banco...






Ir al banco es una experiencia totalmente diferente en Canadá.

En Guatemala, por ejemplo, estaba acostumbrado a largas colas cada quincena o fin de mes, resultado de los pagos que las empresas hacían a sus trabajadores y que significaban horas y horas de espera con tal de cambiar un cheque o hacer un depósito.

Resultado de ello fue que los bancos idearan unas cajas especiales para depósitos para que los clientes que sólo quisieran llevar dinero al banco y no cobrar cheques, pudiesen realizar dicho trámite en menos tiempo.

Acá en Canadá es muy raro, por no decir imposible, encontrar largas filas que signifiquen más de quince minutos de espera. En lo personal nunca me ha sucedido.

También el hecho de abrir una cuenta bancaria es muy diferente. En nuestro país ese proceso lleva aproximadamente una hora, sin contar el tiempo de espera en la fila. Acá en London, Ontario, cuando abrimos nuestra cuenta bancaria allá por el lejano mes de enero, nos llevó veinte minutos en total, todo un récord. Lo interesante del asunto es que nos dieron 50 cheques de cortesía, porque lo normal es que te den sólo 10, pero como se tardaron más de 48 horas hábiles en enviar esos cheques de cortesía, se disculparon enviando más.... jeje buena disculpa y nosotros enojados.


Otra diferencia muy grande es que solicitar y que te aprueben una tarjeta de crédito es muy fácil. Sólo tienes que pedirle al cajero o cajera que quieres solicitar una tarjeta y ellos hacen el trámite por tí. En algunos casos tienes que ir a una agencia bancaria en particular para hablar con el encargado de las tarjetas de crédito para que tengas en tu buzón una tarjeta de crédito por un mínimo de 500 dólares en menos de una semana. Además, los intereses no son mayores del 8% anual, también otro récord al que no estábamos acostumbrados (¿verdad Banco Uno y Citibank en Guatemala?



Pero la diferencia más significativa es que no hay guardias de seguridad armados con escopetas 12 mm en las puertas de los bancos. No digo que no haya asaltos, pero son tan raros que nunca he visto un arma en Canadá, a no ser de las que llevan los policías, pero esas son sólo pistolas y jamás he visto un arma larga en los 8 meses que llevamos acá.

Los cajeros en los bancos no tienen acceso al dinero en efectivo que depositan los clientes. Dicho dinero es ingresado inmediatamente a unas máquinas que lo resguardan de posibles "malentendidos" y que emiten un certificado de depósito que queda a la persona que lleva el efectivo. La verdad es que no hay pierde, tu dinero siempre estará a buen resguardo.

Otra gran diferencia es que cuando quieres depositar un cheque de otro banco, los cajeros se fijan en tu historial bancario y no en el de la persona o empresa que emite el cheque. Por lo tanto, sólo tú eres el responsable de los cheques que depositas. Dicho cheque está inmediatamente a disposición tuya, no hay períodos de espera o "tiempo de compensación", pero si el cheque no tiene fondos quien paga la multa eres tú y no el emisor del cheque.... un poco raro no?

viernes, 13 de agosto de 2010




En el último mes hemos probado el sistema de salud canadiense y estamos muy satisfechos y contentos con los diferentes hospitales y personal médico que nos ha atendido.

Primero, y hace casi un mes, mi esposa tuvo que estar hospitalizada por dos días. Pasamos la primera noche en la Emergencia del Hospital Victoria y la segunda la pasó ella en el Hospital de la Universidad de Western Ontario. Ahora que ya nos pasó el susto de esos días lo puedo escribir tranquilamente, pero fueron momentos realmente preocupantes.

Para empezar, y cuando uno tiene algún problema de salud, teóricamente tiene que ser remitido por su médico de familia (family doctor) con algún médico especialista en una de las clínicas de los hospitales arriba mencionados. Luego ellos preparan una cita y si hay necesidad se coordina el ingreso de los pacientes a los hospitales. Como detalle, acá no hay médicos o doctores privados, o por lo menos yo no he visto uno por ahí.

Si uno tiene algún problema de salud que requiera atención inmediata tiene que dirigirse a la Emergencia del hospital. Si uno llega en ambulancia lo ingresan directamente por una entrada especial en la sala de emergencias. Después de dar su nombre y la razón por la que llega hay que esperar a ser llamado, esto puede tomar desde unos cuantos minutos hasta dos horas, como me tocó a mí en otra ocasión.

Algo que me llamó la atención es lo vacías que se mantienen las camas en el área de emergencias. Tal pareciera que no hay mucha necesidad de atención médica por acá, o que no hay tanta gente para que las ocupe. Nada comparado con las salas de emergencias de Guatemala, donde abundan los heridos por arma de fuego, arma punzocortante, arma contundente y los politraumatizados por choque vehicular.

En el caso de mi esposa, después de tomar la historia médica e indagar la causa de su condición, le fueron requeridos varios exámenes: orina, perfil sanguíneo y una tomografía axial computarizada. Como no se encontró la respuesta con estos exámenes, fuimos remitidos al Hospital de la Universidad de Western Ontario por un examen más especializado, una Resonancia Magnética. Llegamos de madrugada a este hospital, mi esposa en un vehículo para transporte de pacientes que no costó nada, y yo regresé rápido a la casa por algo de ropa y diversos utensilios pensé necesitaríamos. Al regresar la encontré en la emergencia de este otro hospital y ahí dormimos un poco en espera de los resultados.


En el transcurso de la mañana llegaron los médicos especialistas y empezó el tratamiento específico para mi esposa. Tuvo que quedarse otra noche hospitalizada y luego le dieron de alta. Como estábamos acostumbrados a que en Guatemala hay una caja al salir del hospital para hacer los pagos respectivos y no dejan salir al paciente hasta que todos los gastos hayan sido cancelados, acá nos sorprendió gratamente que eso simplemente no existe. Regresamos tranquilamente a casa y sólo nos tocó pagar 6 dólares por las medicinas que ella necesitaba. Con seguro médico, fácilmente hubiéramos gastado más de 2 mil dólares en Guatemala sólo de deducible.

Esta semana tuvimos la cita de seguimiento para su caso y tenemos la buena nueva de que todo está avanzando favorablemente.

Aproximadamente una semana después me tocó a mí visitar la Emergencia del Hospital Victoria. Un perro trató de morderme en la cabeza y tenía un par de heridas que requerían sutura. Pedí que me pusieran un adhesivo en lugar de grapas o hilo de sutura. Nuevamente salí tranquilo hacia la farmacia en busca del antibiótico que necesitaba y sin pagar un centavo. ¡Qué tranquilidad!