miércoles, 28 de septiembre de 2011

El seguro del vehículo


Tener vehículo en Canadá puede ser una obligación, especialmente si consideramos que las distancias pueden ser demasiado grandes en algunas ciudades. También afecta si tienes familia o no, si trabajas cerca de tu casa o si tienes que movilizarte durante horas de la noche o cuando no hay servicio de transporte público cerca de tu casa/trabajo.

En Canadá es obligatoria la compra de un seguro para tu vehículo. No lo puedes mover o siquiera tener estacionado en tu casa si no cuenta con seguro, se considera una ofensa grave a la ley de tránsito. En países como Guatemala el seguro de vehículos no es obligatorio, por lo tanto hay más flexibilidad en las cuotas y mayor compentencia para atraer a los pocos clientes que consumen ese tipo de productos. En Canadá parece que la competencia no afecta los precios de los seguros y si eres nuevo en Norteamérica y no tienes historial con alguna compañía gringa o canadiense, puedes estar seguro que pagarás mucho dinero por un mínimo de 18 meses.

Un consejo para quienes vienen de Latinoamérica: soliciten a su compañía de seguros, si la tienen, un historial de su cuenta indicando antigüedad, tipo de vehículo asegurado, nombre de los conductores asegurados en caso no esté a nombre del interesado, cantidad de reclamos hechos durante el período asegurado. Si pueden conseguir la carta en inglés será de mucha utilidad.

Además, tener un historial con una licencia que no sea la básica les puede beneficiar y reducir sus cuotas de seguro. De esa manera una licencia que les permita manejar vehículos semipesados o pesados puede ser mejor que una licencia para motocicleta, por ejemplo.

Llegar a un país anglosajón con tu licencia recién renovada puede ser otro plus. Si necesitas tiempo para realizar los trámites de equivalencia para tu permiso de conducir, lo harás sin problemas y puede que te reconozcan todo el historial que tenías en tu país. De la misma manera, aunque tengas un buen historial con la aseguradora y muchos años de experiencia, de nada te servirán si tu licencia original está vencida.

sábado, 24 de septiembre de 2011

Multiculturalidad


Canadá es un país multicultural, de eso no hay duda. Igual que los EE.UU. y Australia, Canadá cimenta su cultura y sociedad en los inmigrantes que han traído costumbres, idiomas, sabores y variedad genética a la población aborigen y a los que colinizaron este país hace ya varios siglos.

Son pocos los canadienses que conozco que no cuentan con un padre o abuelo nacido en Europa, el Oriente Medio, África o el Lejano Oriente. Desde hace alrededor de un cuarto de siglo también han llegado muchísimos latinoamericanos a asentarse en estas tierras.

Uno de los mayores "productores" de inmigrantes es China. ¿En qué lugar del mundo no hay un restaurante chino o algún negocio que cuente entre sus empleados con alguien nacido en el país más poblado del mundo? Han sido muy famosas y masivas las llegadas de chinos a San Franciso, Brasil, La Habana y Perú, por mencionar sólo unos ejemplos. La economía china ha crecido sin parar desde hace cincuenta años y es, hoy día, la mayor economía del mundo. Grandes empresas y compañías han mudado sus oficinas a ciudades chinas ante las oportunidades que ha ofrecido dicho país para impulsar la manufactura de numerosos bienes.

El idioma mandarín es la lengua materna más hablada del mundo, seguida por el español, el hindi y el inglés. Éste último ha ocupado un lugar importante en el mundo político y de negocios, por lo que se ha hecho casi obligatorio su aprendizaje, además de ser un idioma bastante simple y sin los recovecos gramaticales del español, francés o alemán (si consideramos los que utilizan el alfabeto latino), ya no digamos la comparación con los complicados ruso, mandarín, japonés o algún otro idioma que utilice un alfabeto distinto.

Hay quienes dicen que el mandarín es el idoma del futuro (¿cercano o mediano?) y hay quienes lo consideran el idioma del presente. Sea cual sea el caso hay muchas oportunidades laborales para quienes sean plurilingües.

Tomando en cuenta que para un niño es mucho más fácil el aprendizaje de un idioma, hemos decidido matricular a nuestra hija en clases de mandarín. El entorno es de juego, se aprende viendo, cantando y haciendo. Después de una clase de dos horas el día de hoy, nuestra hija ya repetía nombres de animales, colores, formas de saludo y despedida.

Hablando 100% español en casa, inglés y francés en la escuela primaria, y aprendiendo mandarín los sábados en la escuela china, consideramos que las oportunidades serán mayores para cuando nuestra hija decida o necesite una beca de estudios, un intercambio cultural o académico, o simplemente para cuando entre al mercado laboral que cada vez es más competitivo.