martes, 21 de abril de 2009

Exámenes médicos, parte 2


Hoy fuimos a hacernos los exámenes médicos.

Nada complicado, la verdad. Lo más difícil fue la espera porque mi esposa y yo no habíamos desayunado para los exámenes de sangre y ésos fueron casi que los últimos.

Al llegar a la clínica médica del único galeno autorizado en Guatemala para realizar estos exámenes, la asisitente nos pidió los formularios, los pasaportes, las copias de los pasaportes, las fotos tamaño pasaporte y nos pidió esperar.

Un rato después, digamos 30 minutos de espera, llamaron a mi hija de 4 años. Entró con ella su mamá y salió la pequeña a los cinco minutos. Fue entonces que llamaron a mi hijo y con él estuvieron unos 20 minutos. Salió él y me tocó esperar a que examinaran a mi esposa y que ella revisara los formularios de los niños con el médico y luego los firmara.

Cuando me llamaron igual me tocó contar mi historia médica reciente, luego me pasaron al cuarto de examen donde me desvestí y quedé sólo en ropa interior. Midieron mi altura y mi peso, pusieron a prueba mi agudeza visual, me sentaron en una camilla y palparon mis ganglios linfáticos cercanos a la cabeza, auscultaron pulmones y corazón, examinaron mis oídos y mis ojos, palparon mi abdomen. "Cómo está la digestión?" preguntó el médico. "Bien, todo normal" fue lo que respondí. Luego sólo me pidió bajar mi ropa interior para descartar problemas obvios o enfermedades venéreas y ahí acabó todo. Después me enteré que también mi hijo de 12 años pasó por eso, en presencia de la madre por supuesto. A ella le palparon el área mamaria, en búsqueda de quistes o endurecimientos de la glándula.

Luego del examen físico nos proporcionaron las solicitudes para ir al laboratorio clínico, al otro lado de la calle. Ahí dejamos la muestra de orina y nos extrajeron sangre a los mayores de edad. Mi esposa preguntó por los requisitos para ser donador de sangre ya que su tipo es muy raro y sólo tuvo que llenar un formulario y proporcionar una muestra extra de sangre para análisis.

Desde antes de iniciar el examen físico mi esposa ya estaba con mucha hambre, yo no tanto, así que al nomás salir del laboratorio clínico fuimos al vehículo donde teníamos una porción de fruta y un emparedado cada uno.

Para finalizar nos presentamos al departamento de radiología del hospital para las radiografías de tórax de los tres mayores, hablamos un poco con el radiólogo en jefe para corroborar datos de nuestros pasaportes, firmamos y eso fue todo.

En total estuvimos cerca de tres horas y media en el hospital. Mención especial para mi niña que, siendo tan inquieta y activa, pudo soportar ese tiempo sin preocuparnos con berrinches.

Por supuesto que a la salida nos pidió pasar por McDonald´s y no se lo pudimos negar, así que todos aprovechamos para almorzar ahí.

Los costos fueron:

Exámenes físicos: Q1,792 (U$224)
Laboratorio clínico: Q737 (U$92)
Rayos X: Q360 (U$45)
Envío a Sydney: Q440 (U$55)
Subtotal: Q3,329 (U$416)
Estacionamiento: U$0 (si el ticket tiene sello de la clínica)
Hamburguesas: U$18
Un rato feliz en familia y un paso menos en el proceso: no tiene precio

Imagen: Corbis

4 comentarios:

Acosta dijo...

¿Y cuanto las hamburguesas?

Cuando tenemos hospital con Mateo siempre tenemos que compensar con una cajita feliz... jajaja

Bueno, ya pasó... a seguir esperando con fe que todo va a salir bien.

Abrazo

Alejandro dijo...

Jajaja, sí, es cierto, ya actualicé la entrada con ese dato...

Por el momento sólo resta esperar que los resultados, que estarán hasta mañana, el médico los envíe a Sydney y luego nos asignen oficial migratorio.

Esperamos que en abril-mayo nos contacten.

NORA ASTRID dijo...

Alejandro, leyendo tus ultimos post, para comenzar ya me diste ganas de irme a dar un dia de estos una vuelta por Monterrico a conocer, siempre me ha encantado ir a Guate, asi que no mas tenga la oportunidad voy por ahi.
Divertida tu experiencia con los examenes medicos, y tienes razon, salir de un paso mas con migracion no tiene precio!!
saludos!!

Alejandro dijo...

Saludos Nora Astrid!

Monterrico es bastante tranquilo en época baja, todo lo contrario de feriados o Semana Santa, donde se vuelve un "chupadero" enorme. Las playas son muy bonitas, de arena negra por supuesto, aunque el mar es bravo.