Relax en Monterrico

Aprovechamos para pasar el fin de semana en Monterrico, un pequeño pueblo costero en el Pacífico de Guatemala convertido ya en importante centro turístico para nacionales y extranjeros.

Nos hospedamos en el Hotel Pez de Oro, bastante recomendable para quienes viajen con niños pequeños ya que cuenta con dos piscinas y está a escasos metros del mar. Eso sí, esa comodidad tiene su precio ya que no es el clásico hostal para mochileros.

Teníamos cierto tiempo de querer viajar allá para que nuestra pequeña hija conociera el mar. En mi caso la responsabilidad era grande pues yo crecí a escasos 10 minutos del mar y pasaba muchas tardes de mi niñez y adolescencia buceando y nadando en las aguas del Mar Caribe. En algunas ocasiones inclusive nos escapamos de la escuela con mis amigos para pasar todo el día en la playa; sólo llevábamos algo para comer y beber y el resto era disfrutar.

Mi hija lo disfrutó muchísimo, se enamoró del mar y de las olas. Fue arrastrada por la fuerza del agua y tenía arena en todos lados. No le importaron ni los pelícanos, ni los aviones biplaza que aterrizaban y despegaban muy cerca de donde estábamos; tampoco le importaron los caballos que llevaban turistas en la playa, ni la comida, ni nada más. Sólo quería "surfear las olas", según sus propias palabras.

La verdad es que ella fue quien más lo disfrutó, los mayores nos dedicamos a descansar por turnos y a tomarnos un respiro de la agitada vida citadina.

Imagen: Corbis