viernes, 13 de agosto de 2010




En el último mes hemos probado el sistema de salud canadiense y estamos muy satisfechos y contentos con los diferentes hospitales y personal médico que nos ha atendido.

Primero, y hace casi un mes, mi esposa tuvo que estar hospitalizada por dos días. Pasamos la primera noche en la Emergencia del Hospital Victoria y la segunda la pasó ella en el Hospital de la Universidad de Western Ontario. Ahora que ya nos pasó el susto de esos días lo puedo escribir tranquilamente, pero fueron momentos realmente preocupantes.

Para empezar, y cuando uno tiene algún problema de salud, teóricamente tiene que ser remitido por su médico de familia (family doctor) con algún médico especialista en una de las clínicas de los hospitales arriba mencionados. Luego ellos preparan una cita y si hay necesidad se coordina el ingreso de los pacientes a los hospitales. Como detalle, acá no hay médicos o doctores privados, o por lo menos yo no he visto uno por ahí.

Si uno tiene algún problema de salud que requiera atención inmediata tiene que dirigirse a la Emergencia del hospital. Si uno llega en ambulancia lo ingresan directamente por una entrada especial en la sala de emergencias. Después de dar su nombre y la razón por la que llega hay que esperar a ser llamado, esto puede tomar desde unos cuantos minutos hasta dos horas, como me tocó a mí en otra ocasión.

Algo que me llamó la atención es lo vacías que se mantienen las camas en el área de emergencias. Tal pareciera que no hay mucha necesidad de atención médica por acá, o que no hay tanta gente para que las ocupe. Nada comparado con las salas de emergencias de Guatemala, donde abundan los heridos por arma de fuego, arma punzocortante, arma contundente y los politraumatizados por choque vehicular.

En el caso de mi esposa, después de tomar la historia médica e indagar la causa de su condición, le fueron requeridos varios exámenes: orina, perfil sanguíneo y una tomografía axial computarizada. Como no se encontró la respuesta con estos exámenes, fuimos remitidos al Hospital de la Universidad de Western Ontario por un examen más especializado, una Resonancia Magnética. Llegamos de madrugada a este hospital, mi esposa en un vehículo para transporte de pacientes que no costó nada, y yo regresé rápido a la casa por algo de ropa y diversos utensilios pensé necesitaríamos. Al regresar la encontré en la emergencia de este otro hospital y ahí dormimos un poco en espera de los resultados.


En el transcurso de la mañana llegaron los médicos especialistas y empezó el tratamiento específico para mi esposa. Tuvo que quedarse otra noche hospitalizada y luego le dieron de alta. Como estábamos acostumbrados a que en Guatemala hay una caja al salir del hospital para hacer los pagos respectivos y no dejan salir al paciente hasta que todos los gastos hayan sido cancelados, acá nos sorprendió gratamente que eso simplemente no existe. Regresamos tranquilamente a casa y sólo nos tocó pagar 6 dólares por las medicinas que ella necesitaba. Con seguro médico, fácilmente hubiéramos gastado más de 2 mil dólares en Guatemala sólo de deducible.

Esta semana tuvimos la cita de seguimiento para su caso y tenemos la buena nueva de que todo está avanzando favorablemente.

Aproximadamente una semana después me tocó a mí visitar la Emergencia del Hospital Victoria. Un perro trató de morderme en la cabeza y tenía un par de heridas que requerían sutura. Pedí que me pusieran un adhesivo en lugar de grapas o hilo de sutura. Nuevamente salí tranquilo hacia la farmacia en busca del antibiótico que necesitaba y sin pagar un centavo. ¡Qué tranquilidad!

2 comentarios:

Koalita. dijo...

Hola amigo, por lo visto te va excelente en Canadá!

Que ha pasado con tu proceso de Australia!?

Saludos!!

Alejandro dijo...

Hola Koalita!

Fíjate que los australianos siguen sin contestar nada, ya vamos para 2 años en el DIAC y cero contacto con nosotros. Veremos qué pasa en el futuro, por el momento muy bien acá, la verdad es que Canadá es un gran país para vivir.

Saludos!