Casi dos meses después de llegar a Canadá y de vivir en el mismo estado y relativamente cerca, visitamos las Cataratas del Niágara.
Vale la pena visitar las cataratas y contemplar lo majestuoso del paisaje y la maravilla natural que suponen millones de litros cayendo más de 50 metros.
Existen dos pueblos bastante parecidos, uno de cada lado de las cataratas, el gringo y el canadiense. Viven casi que del turismo y eso se puede observar por la gran cantidad de atracciones estilo Las Vegas que existen: el museo de Ripley´s, el de los Record Guinness, el de las estrellas de rock, casinos de todos los tamaños, Hard Rock Cafe, Planet Holliwood, Rainforest Cafe y un largo etcétera.
Atrás se puede ver un Tim Hortons, auténtico símbolo de Canadá, donde se pueden comer donas y tomar café de todo tipo. Vende 10 veces más café que Starbuck´s y casi la misma proporción más que McDonald´s.
Antes de iniciar el recorrido de dos horas a casa, pasamos a tomarnos unas fotos y a deleitarnos con la vista nocturna de las cataratas.
Esta vista sólo es posible desde el lado canadiense, porque acá es donde tienen los reflectores que iluminan las cataratas y que cambian de color de vez en cuando. No pudimos esperar mucho porque la verdad había mucho frío. Quedará entonces regresar en verano y observarlas mucho más.
2 comentarios:
que onda! hacia mucho que no visitaba tu blog me dio mucha trnura ver a tu niña subiendose al bus para la escuela jajaja me recordo a mi niña jajaja heey ojala puedas escribir quiero hacerte algunas preguntas a cerca de CA: juanjelop@yahoo.com o bien a mi trabajo juan.lopez@navistar.com
Saludos !!
Bellas las fotos Alejandro, te envñio un gran saludo y se nota que la vida les ha cambiado tremendamente a ti y tu familia!!!
Un abrazo, Koalita.
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