Pero en Adelaide Street, una calle acá en London.
Mientras esperamos el momento de llegar a la ciudad de Adelaide me tendré que conformar con una nevada homónima.
El Departamento de Inmigración de Australia (DIAC) publicó ayer los cambios en el orden de apertura de expedientes priority processing direction .
Influyen en todas las aplicaciones, tanto aquellas enviadas antes del 23 de Septiembre de 2009 (incluyendo las que están próximas a su conclusión) como aquellas posteriores a esa fecha.
El nuevo orden es:
Tiempos de procesamiento estimados segun el documento priority processing direction de DIAC:
1. Ocupaciones en la CSL: 12 meses.
2. Ocupaciones no en la CSL que aplicaron estando el aplicante principal fuera de Australia, parece improbable que se resuelvan antes de finales de 2012. O sea: 36 meses!!!!!!!
DIAC informa sobre las siguientes opciones disponibles:
1. Continuar esperando una decisión sobre su aplicación. (WTF!!!!!!!)
2. Buscar una oferta de empleo en Australia de una empresa australiana dispuesta a patrocinarlos ante DIAC en la obtención de su visa. Pasarían a ocupar el nivel 1.
3. Ocupaciones en la CSL nivel 4 que obtengan un patrocinio regional podrían acceder a nivel 2.
4. Ocupaciones en la MODL nivel 6 que obtengan patrocinio regional podrían acceder a nivel 5.
Una mujer de edad difícil de calcular camina por una calle de la capital guatemalteca, acompañada de una niña menudita, tan pequeña que difícilmente supera el metro de estatura. En un país desarrollado no sería mayor de tres años. El tono de su voz, no obstante, permite deducir que tiene más. Las dos van pobremente vestidas y sólo calzan unas miserables zapatillas de plástico con mil remiendos. Su conversación ayuda a entender la situación:
— Abuelita, voy muy contenta.
— ¿Por qué?
— Porque hoy vamos a cenar.
— Sí, mi reina. ¡Dios bendiga al señor que nos regaló el pepino!
Diálogos así son el día a día de Guatemala, el país más golpeado por el hambre en América Latina y el cuarto en el mundo. De acuerdo con un informe del Defensor del Pueblo, Sergio Morales, 17 niños guatemaltecos han muerto de desnutrición en 2009. En las últimas cinco semanas, 126 más han sido internados sólo en las provincias de Zacapa y Jalapa, al este de la capital, una región donde la prolongada sequía ha causado que miles de familias pierdan sus cosechas.
Es un problema con raíces profundas. Según el programa de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, en inglés), la desnutrición crónica afecta al 50% de los niños guatemaltecos menores de cinco años. La cifra se eleva al 61% en las comunidades indígenas, el sector mayoritario de la población. La sequía, causada por el fenómeno climatológico El Niño, ha agravado la situación. Según cifras oficiales, la escasez de lluvias ha causado la pérdida del 36% de las cosechas de maíz y el 58% de las de frijol, los dos productos básicos de la dieta popular.
La mayor paradoja radica en que en buenas épocas se producen abundantes cosechas, pero la desigualdad en los ingresos impide que la mayoría de la población tenga acceso a los mismos. "No es que haya escasez de alimentos. Los mercados están llenos. La crisis es atribuible a la pobreza, que impide a las familias comprar los productos", resumió el presidente Álvaro Colom, en declaraciones a la prensa local. La mitad de los guatemaltecos viven bajo el umbral de la pobreza, y un 12,5% subsisten en condiciones paupérrimas.
Una información oficial indica que el presidente evalúa con el gabinete de gobierno si es necesario declarar Estado de Emergencia en el país. Sobre ello aseveró Colom que "facilitará hacer compras y otras cosas, pero no queremos engañar a la población diciendo que hay hambruna cuando no la hay. El fondo de este problema se llama falta de equidad".
Por si fuera poco, 4.059 comunidades rurales pasan un "alto riesgo de hambruna", cifras que motivaron la llegada a Guatemala del relator especial de la ONU para el Derecho de la Alimentación, Olivier De Schutter, quien ha concluido que el Estado debe promover el desarrollo rural y aumentar la carga tributaria para sostener el gasto social. "Guatemala es un país muy rico, pero con un Estado pobre y débil", subrayó.
En alusión a los programas ya puestos en marcha por el Gobierno para intentar resolver el problema, Schutter sugirió que se debe alcanzar "una cobertura universal" y agregó que las estrategias del Estado deben mejorar "su sostenibilidad y transparencia". Una petición que es un clamor popular: los recursos destinados a combatir el hambre en la población superan el presupuesto de siete ministerios y son gestionados en el mayor secretismo, bajo el férreo control de la esposa del presidente Colom, Sandra Torres.
Schutter urgió al Gobierno guatemalteco a reorientar la política agrícola para que el país centroamericano consiga ser autosuficiente en la producción de alimentos y garantice la protección legal de los derechos de los trabajadores en las zonas rurales, y además, les permita una mejora en sus ingresos.
La solución propuesta por el relator, sin embargo, enfrenta obstáculos hasta ahora insuperables, como garantizar el límite de la propiedad de la tierra, un tema tabú en Guatemala.
A esto se suma que las tierras, que hasta ahora eran destinadas al cultivo del grano, ahora han visto incrementado su precio para el campesino medio por la producción de biocombustibles y por la compra de tierras para el narcotráfico.
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Al verlo, su aspecto es más el de un universitario, con mochila al hombro, en donde lleva su computadora y el iPod. Pocos creerían que hace tres años Microsoft lo quiso contratar, y fue el mismo Bill Gates quien le habló, “pero no acepté, porque no quiero tener jefe”, comenta; y no pretende tenerlo.
Además de dar clases debe generar ideas e ideas para programas de computación “y me pagan por eso”, agrega. Dice ser un adicto al trabajo, por lo que no habla mucho de música o de cine.
Las matemáticas siempre fueron su materia preferida; y las peores, aquellas en las que tenía que memorizar fechas y nombres, pero eso no evitó que fuera un buen estudiante. “Hoy, con Google, solo necesito buscar la pregunta y en menos de 30 segundos encuentro la respuesta, se ha facilitado todo”, indica.
Viene a Guatemala con frecuencia, pero siempre encuentra alguna vía de calle o avenida modificada y un nuevo centro comercial. “Lo que no me gusta es el tráfico, peor cuando la camioneta hecha el humo, que parece un efecto de una película de James Bond”, dice. Esta entrevista se hizo con motivo de su participación en la semana científica que organizó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Concyt).
Su primera gran invención, el captcha
Sí, son esas letritas torciditas que a todo el mundo le caen mal. Eso fue hace 10 años y, ahora, todos las usan. Empezó porque había un problema con la gente que envía spam de cuentas como Yahoo o Hotmail, estas permiten mandar cien mensajes de correos diarios, un spammer quiere que sean cien millones, para eso necesita miles de cuentas.
El captcha previene que alguien escriba un programa de computadora para obtener cien millones de cuentas; esas letritas tienen la propiedad de que solo los humanos las leen, las máquinas no, por estar distorsionadas. Es una prueba para saber si el usuario es humano. Resultó que casi todos los sitios de Internet tienen ese problema y por eso lo usan. La última vez que vi eran alrededor de 2.2 millardos quienes utilizaron un captcha, o sea, la quinta parte del mundo.
¿Vendió su idea a esas empresas de Internet?
No, la di gratis al mundo. Sé que fue una tontera, pero así pasó, porque en aquel entonces (hace 10 años) no sabía que todo el mundo la usaría.
La desarrollé con mi asesor de ese momento. Conocíamos al jefe de investigaciones de yahoo.com, quien tenía ese problema, le contamos que acabábamos de terminar la idea y le preguntamos que si la quería probar.
En ese entonces, Yahoo era lo máximo. Lo único que pedimos fue que apareciera un link hasta abajo que decía dónde fue desarrollada, y este lo llevaba a nuestra página. Nos sentimos muy bien y premiados cuando lo aceptaron.
Sin saber que sería un éxito. Hace como tres años hubo un cambio en los captcha. Me di cuenta de que el número de letras resuelto por las personas es de 200 millones cada día alrededor del mundo.
Al oír eso la primera vez estaba muy orgulloso de mí, porque algo que yo hice es usado todas esas veces, pero después empecé a sentirme mal, porque cada vez que alguien tiene que escribir esas letritas pierde 10 segundos de su tiempo, y al multiplicarlo por 200 millones, significa que la humanidad desperdicia alrededor de 500 mil horas diarias por mi culpa.
Empecé a buscar una forma de usar ese tiempo para algo bueno para la humanidad. En esos 10 segundos su cerebro hace algo increíble que aún las computadoras no pueden, a pesar de 50 años de investigación: además de demostrar que es humano el que escribe, ahora ayuda a digitalizar libros.
¿Cómo funciona ese proyecto?
Hay un montón de proyectos que digitalizan libros, como Google. Aquellos escritos antes de la era de la computadora. La computadora debe descifrar las palabras que están en la foto, porque se escanea, algo que no funciona bien con los libros viejos, pues la tinta se ha disuelto, pero los humanos sí pueden hacerlo, por eso van a decir qué palabra es esa. Esas son las palabras que se usan en el captcha.
La próxima vez que abra una cuenta en Facebook y escriba el captcha, recuerde que la palabra proviene de un libro que está en proceso de digitalización, por lo que no desperdicia su tiempo. Son como 50 millones de palabras digitalizadas cada día, eso representa unos cinco mil libros.
¿Cuánto tiempo llevará trasladar los libros a Internet?
Todos, un montón de tiempo. Son cien millones de libros los que han sido escritos antes de 1980, en todos los lenguajes. Google, por ejemplo, va a las bibliotecas, toma los libros y los envía a India; allá los escanean.
También trabajamos en el archivo del New York Times, en las ediciones desde 1851 a 1980, 130 años del periódico. Eso lo terminamos este año, aquí también se usan las palabritas.
Ahora solo se trabaja con libros en inglés, unos 40 millones. Va a tomar tiempo, pero había que empezar. Se imagina tener acceso a todos los libros del mundo, ayudará al progreso de la humanidad.
También ha hecho juegos electrónicos
Tratamos de usar el tiempo que se invierte en Internet para bien. Otro problema de la computadora es no poder identificar contenidos de una fotografía, porque funciona con nombres de archivos. Por eso, al buscar imágenes de un perro le da muchas que no necesariamente tienen un perro. No hay un programa que entienda todas las imágenes.
En el juego que hice se le dice a la computadora qué hay en cada imagen. Las personas archivan esas imágenes, pero no se dan cuenta de que lo están haciendo, porque están jugando.
Esto lo compró Google hace casi tres años, por eso la búsqueda de imágenes ha mejorado un montón en ese sitio. Este sí me lo pagaron, porque ya había aprendido.
¿Cuál es su rutina diaria?
Trabajar en una universidad es muy diferente a lo que se conoce aquí. En Guatemala significa dar clases todo el día, eso no sucede en países desarrollados. Yo doy una clase por semestre, dos veces por semana por una hora y media, el resto hago investigaciones, y me pagan por las dos cosas.
La mayor parte del tiempo hago investigaciones, solo en mi oficina o con alumnos del doctorado. Siempre doy ideas, el 99 por ciento son muladas, cosas tontas, pero el uno por ciento funciona.
¿En qué proyecto trabaja actualmente?
En uno de traducción de un lenguaje a otro, algo que las computadoras no hacen muy bien, aún hay que pagarle a una persona. Se hará un sitio de aprendizaje del lenguaje en donde además de aprender, traduzca; esa es la idea, pero no sé si va a funcionar, puede ser que esto sea producto del 99 por ciento de muladas.
Pero el trabajo que usted hace no es solo para la universidad
Mis trabajos benefician a todo el mundo. La universidad me paga mi salario, pero para desarrollar mis proyectos, necesito equipo de computación y programadores, tengo a 20 personas que me ayudan, eso lo financia el Gobierno de Estados Unidos. Hacen eso para que la tecnología que sale ayude primero a Estados Unidos y después al mundo. La universidad me da mi salario, una oficina y una cuenta de banco en donde está el dinero que da el Gobierno, que yo administro.
En Guatemala hace falta más investigación, solo tres o cuatro lo hacen, pero en su tiempo libre, después de dar cinco clases cada semestre, se deben levantar a las cuatro de la mañana para hacer una hora de investigación, no pueden competir conmigo, que tengo 60 horas cada semana para desarrollar proyectos.
Se trata mal a los profesores, porque científicos no existen sino profesores, esta profesión aquí no es prestigiosa. En Estados Unidos es más reconocida que ingeniero o abogado. Yo gano más que un ingeniero en Google.
¿Cómo hacer para que el país salga adelante?
Pasa algo raro, es una cultura tremendamente elitista, pero no de pensamiento sino de buena familia, pero se niega que lo es. Deben crearse programas elitistas para gente inteligente, no de dinero; esto lo tiene la mayoría de países desarrollados. En Estados Unidos, las universidades son muy elitistas, solo entran los que han sido muy bien seleccionados.
Me gustaría que en Guatemala hubiera un programa que ha funcionado en India, empezó hace 40 años. El gobierno le hace un examen a casi todos los patojitos, de allí toman a los mejores de los mejores, unos mil o dos mil, de 20 millones; menos del uno por ciento.
A ellos les pagan todo y los entrenan, la mayoría se va a universidades estadounidenses. El 95 por ciento se queda ahí, en Estados Unidos, pero el 5 por ciento regresa, y es ese pequeño porcentaje el que ha hecho que India mejore en lo tecnológico, gente increíblemente educada que forma compañías tan grandes como Microsoft.
A mí me encantaría ayudar a hacer un programa de estos, no tienen que ser mil, pueden ser 50. Estados Unidos creó una élite intelectual, aquellos que han creado Google y Microsoft.
¿Cree que algún día la computadora va a ser casi humana?
Creo que sí, no sé cuándo, quizá en 50 años, pero la computadora va a llegar a hacer lo mismo que una persona, no a sentir amor o algo así, pero usted quizá esté chateando con una computadora y no se dará cuenta. No pasará lo que sale en las películas, que una máquina dirigirá al mundo, y nos van a matar, acaso nosotros matamos a los monos cuando evolucionamos arriba de ellos, lo mismo pasará con las computadoras.
¿Usted conoce a Bill Gates?
No es que seamos cuates de chupe (amigos de borrachera) o algo así. Él llegó a contratarme para Microsoft, pero no acepté porque estoy bien en la universidad, hago lo que me gusta y no tengo jefe, solo debo presentar un informe cada tres años. De vez en cuando hablamos (con Gates).
Este joven genio, después de la entrevista debe dictar una conferencia a profesionales de la ciencia, y lo hace tan amenamente como cuando conversamos, no parece que tuviera una inteligencia extraordinaria.
Ordenadores y matemáticas
El Gran Jefe de Washington manda decir que desea comprar nuestras tierras. El Gran Jefe también nos envía palabras de amistad y buena voluntad. Apreciamos esta gentileza porque sabemos que poca falta le hace, en cambio, nuestra amistad. Vamos a considerar su oferta, pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego y tomarse nuestras tierras. El Gran Jefe de Washington podrá confiar en lo que dice el Jefe Seattle con la misma certeza con que nuestros hermanos blancos podrán confiar en la vuelta de las estaciones. Mis palabras son inmutables como las estrellas.
¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida. Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán ustedes comprarlos?
Cada parcela de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los oscuros bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria al pasado de mi pueblo. La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas.
Los muertos del hombre blanco olvidan su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas. Somos parte de la tierra y asimismo ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila: éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados el calor del cuerpo del caballo y del hombre todos pertenecemos a la misma familia.
Por todo ello cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, nos está pidiendo demasiado. También el Gran Jefe nos dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. El se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil ya que esta tierra es sagrada para nosotros.
El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es solamente agua sino que también representa la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, deben recordar que es sagrada, y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y recuerdos de la vida de nuestra gente. El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed; son portadores de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y por lo tanto deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.
Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. El no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que no necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Les secuestra la tierra a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objetos que se compran, se explotan y se venden cual ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto.
No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena a los ojos del piel roja. Pero quizá sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar cómo se abren las hojas de los árboles en primavera o cómo aletean los insectos. Pero quizá también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido sólo parece insultar nuestros oídos. Y después de todo, ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del cenzontle ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos.
El aire tiene un valor inestimable para el piel roja ya que todos los seres comparten un mismo aliento —la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire. El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días, es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire nos es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros, y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de de las praderas.
Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré una condición: el hombre blanco debe tratar a los animales de la tierra como a sus hermanos.
Soy un salvaje, no comprendo otro modo de vida. He visto a miles de búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo cómo una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir.
¿Qué sería del hombre sin los animales? Si todos fueran exterminados, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual. Porque lo que les suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado.
Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con la vida de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. “Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra”. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a sí mismos.
Esto sabemos: la tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabernos. Todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado.
Todo lo que ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. El hombre no tejió la trama de la vida; él sólo es un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo.
Ni siquiera el hombre blanco, cuyo Dios pasea y habla con él de amigo a amigo queda exento del destino común. Después de todo, quizá seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizá el hombre blanco descubra algún un día: nuestro Dios es el mismo Dios. Ustedes pueden pensar ahora que Él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así. El es el Dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco. Esta tierra tiene un valor inestimable para Él y si se daña, se provocaría la ira del Creador. También los blancos se extinguirán, quizá antes que las demás tribus. Contaminen sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios residuos.
Pero ustedes caminarán hacia su propia destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del Dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja. Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes. ¿Dónde esta el matorral? Destruido, ¿Dónde está el águila? Desapareció. Termina la vida y empieza la supervivencia.
Imágenes: Micha Pawlitzki
Scott Barrow
Aaron Horowitz
Joe McDonald
Winfried Wisniewski
Kulka